jueves, 2 de agosto de 2012

Mainz - Bingen

El paseo de hoy comenzó bastante tarde, salí a eso de las 17:00 con rumbo Bingen. Conmigo no llevaba mapa, ni GPS ni nada, simplemente me dejé llevar, y de vez en cuando iban apareciendo carteles que indicaban las rutas ciclistas.


Salí desde casa e hice una parada en los comedores de la Universidad para comer y tener energía para el paseo. En la captura de pantalla, que he hecho en google earth, he intentado marcar la ruta que seguí. No es exacta, ya que di unas cuantas vueltas por el campo que es casi imposible reconocer desde el aire, y tampoco soy capaz de acordarme exactamente de todos los caminos que cogí. Según esta ruta he hecho unos 40 kilómetros.

A pesar de que me prometí no hacer muchas paradas y no detenerme para sacar muchas fotos, eso no fué así. No había salido aún de Mainz, cuando tuve que pararme a sacar la cámara de la mochila. Es difícil seleccionar fotografías para compartir ya que he sacado muchas. La calidad no es muy buena ya que muchas incluso las tomé sin bajarme de la bici. A continuación he seleccionado, casi al azar, algunas de ellas.

Esta fue la primera que saqué casi sin salir de Mainz aún. Esta iglesia creo que está en el barrio de Gonsenheim. 

Pasados un par de kilómetros me encontré pedaleando entre medio de unos bosques muy bonitos y bien cuidados.

Al salir de Mainz no había más carril bici como tal, sino que las señales te guiaban por caminos rurales. Aquí es cuando me perdí y me orienté gracias al sol, que por cierto, me daba siempre de cara, e incluso me he quemado un poco. Hoy al parecer ha sido el día más caluroso de lo que llevamos de verano, y lo note bastante a pesar de haber salido tan tarde.


El tipo de cultivo de la zona es de lo más variado. Hay partes llenas de arboles frutales (manzanas, peras, ciruelas, melocotones, guindas), otras destinadas más a las verduras (lechugas, acelgas, papas, cebollas, maíz), otras al trigo y también mucha fruta silvestre (moras, fresas). Las frutas las probé todas, hacía tiempo que no sacaba una fruta directamente del árbol para comerla, ¡y estaban deliciosas!.


Tras varios kilómetros entre los campos llegué al río Rin. ¿Quién dijo que no había playas en Alemania?  Pues las hay y no solo una. No son las típicas playas de arena con olas y con un mar delante, pero tienen agua, en vez de arena cesped, pero lo más importante,  mucha gente bañándose. 



Tras pararme a hacer un primer descanso a orillas del rió proseguí mi marcha por un carril bici que primero pasa por campos de cultivo, luego por unos pequeños pantanos, más adelante se adentra en unos bosques para finalmente aparecer en el pequeño pueblo de Heidesheim.


En Heidesheim se preparaban para algún tipo de fiesta local, en la que no podía faltar un circo ni las casetas de cervezas.


Tras el fugaz paso por Heidesheim, me desvié un momento hacia Heidenfahrt donde había un transbordador para cruzar al otro lado del río. Como dato curioso, decir que toda esta zona es patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y el cause del río está protegido, con lo cual no hay ningún puente entre Mainz y Koblenz, y la única forma de cruzar es a través de unos pequeños ferries. 


 A lo largo del camino esta fue mi única ayuda a la hora de escoger hacia donde ir. Como se puede observar ésta zona es idónea para los ciclistas, ya que hay carriles bici exclusivos, incluso por el medio del campo. Durante el día vi a cientos de ciclistas de todo tipo, algunos con bicicletas de carrera, otros de montaña, de paseo, de cross, y también de todas las edades. Curioso me resulto también encontrarme con gente que empezaba a acomodarse para pasar la noche bajo puentes. Y no me refiero a vagabundos, sino grupos de ciclistas con sus sacos de dormir, hornillos a gas, y bicicletas de miles de euros.  Hace unos días estuve investigando sobre si se podía hacer acampada libre en Alemania, y descubrí que no está permitido, lo que si está permitido es dormir a la interperíe, seguramente por esta razón ninguno de estos grupos de gente utilizaba tiendas de campaña.


A partir de Ingelheim ya todo el camino iba casi por la orilla del río, donde pude captar impresionantes imágenes como ésta:


Eran ya casi las 9, se empezaba a hacer de noche y por fin divisé al otro lado del río el monumento de Rüdesheim, lo que significa que casi estoy en Bingen.



En Bingen cogí el tren de regreso a Mainz. El siquiente reto es continuar el trayecto desde este mismo punto con dirección Koblenz (o Coblenza en español). No se si continuaré mañana o pasado mañana, dependerá de como despierte, de como sienta las piernas. Aunque no he hecho una distancia demasiado grande, lo cierto es que no estoy acostumbrado a estos paseos en bici.


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